SUCESOS

En la Villa de Socuéllamos en nueve días del mes de enero de mil seiscientos noventa y cinco al Sr. Don José de Montoya Blázquez, Alcalde ordinario en ella su tierra y jurisdicción por S.M. siendo hora de las tres de la tarde, poco más o menos, dijo que a su Merced se le ha dado la noticia por un confesor en este mismo punto, como en el monte que llaman el Chaparral, propio de esta Villa, entre los dos caminos que van de ella a Las Mesas de esta parte del río que dista de esta Villa, media legua, poco más o menos, hay un hombre moribundo o que se habrá ya muerto que le han dado unas heridas en la cabeza con un hacha y que es vecino de esta Villa y guarda de los montes y vedados de ella...
En su virtud, el señor alcalde y demás personas que le acompañaban se fue para el indicado sitio y...
...Puesta toda la gente en ala se fue reconociendo y mirando con cuidado todo aquel paraje y estando entre el camino de las Mesas y el carril que llaman de la calzada de Pedro la Casa, en la orilla del camino que va desde Pedro Muñoz a Villarrobledo que va arrimando a la vega del río Záncara de esta parte de él, se halló a Juan de Orgaz en dicha parte dos o tres pasos del camino dicho de Villarrobledo el cual estaba muerto boca abajo.
Hechas las diligencias pertinentes se averiguo que el autor del crimen fue Manuel de Cuevas, fugitivo, y cómplice  Alonso de Carrión, a quien se detuvo y a los cuales, tras un largo proceso se les dio la siguiente condena:
Fallo atento a sus méritos a que me remito que por la culpa que de ellos resulta contra el dicho Manuel de Cuevas, su ausencia contumacia y rebeldía que le debo declarar y declaro hechor y perpetrador de dicho homicidio voluntario y violento y en consecuencia le condeno a que de cualquier parte de los reinos que pueda ser habido sea preso y conducido a esta cárcel y de ella sacado caballero en una bestia de albarda atado de pies y manos y con una soga de esparto a la garganta y con voz que publique su delito y por las calles públicas llevando hasta la plaza donde este formada una horca y en ella le sea ahorcado del pescuezo el dicho Manuel de Cuevas en la forma acostumbrada hasta que naturalmente muera y lo esté sin que persona alguna se atreva a quitarlo hasta que se mande y de licencia para ello bajo la pena que se impusiere y al dicho Alonso de Carrión mayor, preso en dicha cárcel atentó a sus alegaciones le condenamos a dos años de destierro...


Socuéllamos, de Porfirio San Andrés Galiana, recogido del archivo municipal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario